Afganistán vive en guerra desde la invasión de la OTAN de 2001. Para evadirse de esa realidad y hacer amistad entre militares de la coalición, un grupo de soldados han celebrado un torneo de fútbol en Kabul impulsado por el cabo de Alaquàs Fabio Ramón Casalucci.
ALBERT ASUNCIÓN BENEDITO En pleno conflicto con la insurgencia afgana, el general estadounidense David Petraeus, comandante de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF, en sus siglas en inglés) se sorprendería con la celebración de un torneo de fútbol sala (dadas las condiciones meteorológicas adversas) a principios de este mes de diciembre en el cuartel general de la ISAF en Kabul entre militares de los distintos países de la OTAN destinados en Afganistán. Y es que para un estadounidense no debe ser fácil comprender el alcance mundial que tiene el fútbol.
El torneo, como no podía ser de otra manera en un año tan especial para el fútbol español, fue impulsado por el cabo primero de Infantería Fabio Ramón Casalucci, natural de Alaquàs, que además levantó el título con el combinado español tras derrotar en la final a Rumanía por 1-0.
Para el cabo Ramón Casalucci, más allá de la anécdota del resultado, el torneo sirvió para evadirse por momentos de la realidad de la situación en Afganistán y compartir experiencias y entablar amistades con soldados de los distintos ejércitos de la OTAN destinados al país asiático.
En el torneo compitieron militares de once países, algunos con selecciones de futbol importantes en los campeonatos del mundo, como Alemania, Argentina, Francia, Italia u Holanda, y otras sin tanta solera como Bulgaria, EEUU, Macedonia o Rumanía, además de un equipo multinacional. Hasta la RFEF colaboró en pequeña medida a la organización, con la aportación de 60 equipaciones para que los militares españoles disputaran el torneo.
Al cabo Ramón Casalucci la pasión por el fútbol le viene de lejos, ya que ha sido entrenador de varios equipos de futbol de Valencia y l´Horta, y no ha dudado en llevar su afición a Afganistán donde ha estado destinado durante dos períodos. En 2008, en Qala-e-Naw, en la región de Badghis, de mayoría de tayikos chiíes, formó una escuela de futbol para niños de entre 4 y 16 años. Para el proyecto, contó con la ayuda del Valencia C.F., que mandó a Afganistán un centenar de equipaciones para la escuela de Fabio.
En su segundo destino, la central de la ISAF en Kabul, donde el militar de Alaquàs con 16 años de servicio ha estado destinado 138 días, no dudó en montar este torneo a imagen de un Mundial de futbol entre las tropas de la OTAN, que contribuyó a humanizar la situación de los militares que participaron para los que pide un mayor reconocimiento por parte de la sociedad.
Ahora, de vuelta a casa, disfruta de la familia que tanto ha sufrido mientras estaba en Afganistán. Y al pensar en fútbol, Cristiano o Raúl no son sus rivales, sino aquel portero rumano que lo paraba todo. Y el equipo que repite de memoria no lo forma ningún millonario: en su equipo juegan Fernando, Oliver, Manuel, Rafa, Sylvain, Juan, Miguel, José, Mario, Javi, Lucas, Joaquín y Fabio; muchos de ellos continuarán en el 2011 con la OTAN en Afganistán. levante-emv.com
